«PENSAR Y VIVIR EN LIBERTAD»
«El que no toma su cruz y me sigue,
no es digno de mi.»
Mateo 10, 30
Si haces sufrir para hacer sufrir, eres un malvado. Si
dejas que otros sufran porque tú haces sincera y respon-
sablemente tu vida, eres un hombre libre.
Cristo no se sintió culpable de haber hecho sufrir a sus
padres, cuando su misión le exigió separarse de ellos.
Naciste haciendo sufrir a tu madre; y espero que no te
sientas culpable. No crecerás sin que otros sufran, pero
tú no eres responsable de ese sufrimiento.
Si te propones como meta no hacer sufrir a nadie, sufrirás
la imposibilidad de vivir.
Aceptar con entereza el sufrimiento inevitable es sano y
virtuoso. Buscar el sufrimiento innecesario es masoquismo.
Hacer sufrir a otro deliberadamente es sadismo.
A veces es más difícil aceptar el sufrimiento de los que amas
que el tuyo propio.
Si te propones evitar a tu hijo todo sufrimiento, lo educarás
muy mal, porque sufrir es parte de la vida y hay que aprender
a hacerlo.
Tu miedo al sufrimiento puede paralizar tu vida y causarte los
mayores sufrimientos.