Si todos viviesen sus vidas y dejasen que los otros hiciesen lo mismo, Dios estaría en cada instante, en cada grano de mostaza, en la nube que se muestra y se deshace enseguida Dios está allí y, aún así, las personas creen que es necesario continuar buscando porque parece demasiado simple aceptar que la vida es un acto de fe.