El hombre que escala montañas lo hace porque necesita
escalarlas; porque tal es su naruraleza. Las rocas, el
hielo, el viento y el gran dosel azul del firmamento no
constituyen todo lo que encuentra en las cumbres;
descubre, además, cosas acerca de su propio cuerpo
y de su propia mente que casi había olvidado el la rutina
del vivir día con día y año con año. Aprende para qué son
sus piernas y sus pulmones, y qué quisieron decir los sabios
de la antigüedad cuando aconsejaron «refrescar el espíritu»
-James Ramsey Ullman