Si elevamos nuestra atención a un punto de mayor
alcance, seremos inmediatamente conscientes de
cuánto tenemos que agradecer. La naturaleza se
dona abundantemente a través del aire que respiramos,
del agua que bebemos, de todos los seres minerales y
vegetales que se ofrecen para nuestra nutrición y bien-
estar. También notaremos la red de personas que traba-
jan anónima mente para que tengamos confort y facili-
dades en el día a día. La actitud agradecida nos conecta
con la gracia divina y, si comenzamos el día con ella,
estaremos conscientes de las infinitas dádivas que la
vida nos da.
todo perfecto mi hermana adorable, me encanto.