Capitulo I
La creación y todo lo creado es la Ideación Divina manifestada
en siete planos de vibración fundamentales, comprendiendo en
sus millones de grados de vibración; su extensión en ambos
sentidos se desenvuelve en los procesos de creación y evolución.
Laaspiración del gran aliento divino. La eterna respiración creadora
y renovadora en el eterno devenir del universo.El universo es
creación del PADRE-MADRE DIOS: del Padre Universal.
Esencia única y primera, y de la madre naturaleza que es su divina
y sabia manifestación, maravilloso compendio de las leyes que
rigen el universo y lo conducen bajo fuerzas inescrutables hacia
su creador.En el grandioso escenario del Universo, respira el
GRAN ALIENTO dando forma y vida a millones de individualidades,
que son sin embargo partes indisolubles del gran todo. Todas las
formas que pueblan el Universo: Mundos, soles, galaxias, átomo,
animal u hombre, son manifestaciones diferentes del todo creador,
y cumplen un determinado papel en la Gran Obra de la Creación,
siendo la misma la esencia de todas ellas como criaturas emanadas
de una sola y única fuente.El Creador nunca destruye. El renueva
sus manifestaciones en todos los planos de vibración, permitiendo
de este modo que sus criaturas evolucionen gradualmente hacia
una cada vez mayor expanción de la esencia divina que subyace en
todas ellas, en lo infinitamente grande y en lo infinitamente pequeño.
La Evolución
Capitulo II
Las estrellas que veis brillar en el azul cielo, empezaron a nacer
cuando una partícula infinitesimal atrajo a otra, para formar así
un átomo, el más simple este átomo se unió a otro, formando
así una molécula; ellas formaron sustancias y las sustancias
elementos. Y así sucesivamente, continuó el proceso durante
eones en la Rueda del Tiempo, hasta llegar ser los astros y
galaxias que pueblan el universo.Así como el destino del átomo
infinitesimal es brillar en la grandeza de una galaxia, el destino
de todo cuando existe, Principio y Fin, el Alfa y la Omega de
la Creación.Bajo la luz de las estrellas se oculta «la sustancia
primordial» que les da la vida, siendo ellas su manifestación
densa en la inmensidad del Universo.Y el hombre es un destello
de luz que fulgura en el Mar de Omnisciente Claridad, y con su
efímero fulgor forma el Fulgor Eterno del Todo Universal.
La Evolución es la ley eterna de la creación. Que la conduce
camino al infinito cumpliendo los designio trazados por la voluntad
divina, es el constante e ilimitado proceso que eleva a toda
criatura hacia las dimensiones de su origen, en el retorno a la
fuente primigenia de donde todo procede y a la que todo vuelve.
Todo absolutamente todo se encuentra en el camino de la
evolución:desde lo más pequeño hasta lo más grandioso: desde
lo más abyecto hasta lo más sublime; lo denso y lo sutil
evolucionan en el eterno devenir del Universo, en un constante
fluir hacia «Aquellos de lo que todo dimana y hacia lo que todo
gravita» La emanación nacida del TODO CREADOR desciende a
la materia hasta sus grados más densos, para vivir por sí misma
la experiencia de todos los planos de vibración en los que
manifiesta el Universo, para adquirir así en su esencia inmortal,
la esencia misma de la creación y alcanzar la grandeza de la
divinidad por experiencia propia. Así todo evoluciona hacia un
estado de perfección sin límites hacia una DEIDAD independiente
del espacio y del tiempo, porque es esencia y no forma, eterna
y sin principio ni fin. El hombre, proyectando su conciencia más
allá de su efímera existencia y de todo cuanto oculta a sus ojos
la eterna realidad conoce en los estratos más profundos de su
espíritu que tal es su destino, la razón fundamental de su
existencia, y busca entonces encaminarse hacia él, hallando el
sendero de evolución.
El se expande así en conciencia, liberándose de las envolturas
y vibraciones densas que lo limitan, puestas una sobre otra en
el proceso de involución. El descenso a la materia de la
emanación divina, y vueltas a quitar en el proceso de evolución:
La expansión ilimitada de la esencia divina y que subyace en el
hombre, aquella infinita y perfecta como la gran esencia de la
que fue emanada. En el ilimitado y maravilloso proceso de la
evolución, muchos caminos hay que conducen al TODO CREADOR;
tamos como los alientos de los hijos de los hombres.
Porque cada hombre tiene su camino.
El tuyo es aquél que llena tu alma, aquél que vive con sinceridad
y fe en lo que sientes, y en lo que haces, siguiendo el ritmo de tu
propio corazón. No importa cuál es tu religión o tu filosofía, ni lo
que eres o lo que tienes. Si tal es tu camino, estás en el camino
cierto, aquél que habrá de conducirte hacia tu propia REALIZACIÓN.
¡Y SERAN LAS ALAS DEL ALMA
EL AMOR DE LA SABIDURIA,
IMPULSADAS POR LA VOLUNTAD,
CON LAS QUE RETORNE
EN GLORIOSO VUELO
A LA FUENTE ETERNA DE DONDE VINO!