La actitud modesta nos coloca siempre en si-
tuaciones favorables porque nos hacemos cons-
cientes del valor de la humildad. La verdadera
humildad surge cuando nos damos cuenta de
que todo lo que se llena, más tarde se vacía, y
todo lo que sube, en algún momento bajará.
El ejercicio de esta actitud desarrolla el sentido
de la igualdad, simplifica las estrategias y no
impone condiciones previas. En la actitud mo-
desta se esconde la verdadera grandeza de una
persona.
Sugerencia práctica para una actitud Modesta.
Realiza tus tareas sin llamar la atención sobre
ti mismo. Reconoce que hacer las cosas con ce-
lo y cariño ya te llena de satisfacción.
Haz algo que consideras importante, pero sin
gran alarde.
Sé una persona naturalmente encantadora. Ten
fe en tu singularidad.
La modestia y la persistencia andan juntas. La
delicada modestia del agua es capaz de perfo-
rar piedras, en el tiempo adecuado.
Gracias Silvana, muy gentil por compartir
esta hermosa actitud. Besos Tesyangelical.