«¿No han leído ustedes que el Creador, desde el
principio los hizo varón y mujer?»Mateo 19, 4
No hay sexos opuestos. Sólo hay sexos comple-
mentarios
Tanto en la persona como en la sociedad, lo único
sano es la integración armónica y complementaria
de lo masculino y lo femenino.
Machismo y feminismo son pretensiones omnipo-
tentes de un sexo que pretende ser el hombre.
¡Y el hombre es varón y mujer!
DE tanto luchar por la promoción de la mujer,
corremos el riesgo de matar la femineidad.
Ofendes y menosprecias a la mujer si quieres
promoverla asemejándola al varón.
Ni matriarcado; ni machismo ni feminismo…
Todas son caricaturas de la mitad, que olvidan
la integridad del hombre.
Muchas crisis matrimoniales tienen su causa en
varones y mujeres en crisis de identidad personal.
Mientras varones y mujeres compitan para demos-
trar quién es más, pierden el tiempo necesario para
descubrir que son iguales en la dignidad personal,
pero distintos y complementarios.
Muchos se frustran buscando en la intimidad sexual
una simbiosis anuladora de las diferencias y no el
encuentro de lo distinto.