Como se ha reflejado a lo largo del presente libro, desde
que el hombre es hombre, existen vestigios de la exis-
tencia de seres de otra dimensión, que han coexistido
con el hombre a lo largo de a historia . Estos seres han
sido representados por las diferentes culturas, según
visión personal, otorgándoles una imagen rica en repre-
sentaciones y bajo un enfoque multicultural.
Toda esta riqueza representativa a servido para que él
hombre del siglo xx1 pueda buscar en esos vestigios,en un
intento de conocer más y mejor la información legada por
por la humanidad de estos seres de luz o seres angélicos.
Muchos hombres y mujeres actuales quieren tener un con-
tacto más consciente con esos seres espirituales. Según nos
han legado los libros sagrados, llamados ángeles siempre han
estado con el hombre, ya desde su nacimiento sin abandonarlo
a largo de su existencia. Pero el hombre actual busca una rela-
ción con estos seres más intensa, más madura, en la que pueda
crearse una comunicación continua entre los dos mundos, todo
ello con el único fin de ascender en pos de un conocimiento sú-
perior de ser.
Los seres e luz, ángeles o guías espirituales se acercan a las per-
sonas que tienen una cierta riqueza interior, naturalidad , sin-
ceridad, personas que independientemente de su estatus so-
cial y cultual,son seres sencillos. Si nos fijamos, todos los se-
res humanos hemos sido así en la etapa de nuestra niñez.
Al ir creciendo, una una gran mayoría de nosotros, caemos
en un olvido y nuestro funcionamiento interno se mueve más
en un mudo intereses egoístas inundado de afanes de riqueza
y protagonismo . Hay que retornar a la niñez, a ese estado de
pureza e inocencia,ése es el estado que nos permita recobrar
una intensa unión y comunicación con esa otra dimensión
de la que se encuentran los seres de luz, los ángeles,nuestros
quías y consejeros en esta vida terrenal.